LA PLUMA DE UN CISNE BLANCO
La pluma de un cisne blanco
atravesó mi ventana
acariciando en el vuelo
el frescor de la mañana.
La tomé pausadamente
y posándola en mi cara
sentí el vivo reflejo
y el candor de tu mirada.
La besé, y con un soplo
que me laceró el alma
la dejé libre y voló
hacia el lucero del alba...
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