EL CIPRÉS SOLITARIO

Oculta el sol sus destellos tras el ciprés solitario que custodia silencioso el antiguo Camposanto. Una anciana balbucea una oración y sus manos acartonadas, se ocultan, tras las cuentas de un rosario. El campo ya se oscurece, la tarde va declinando y el pueblo queda sumido en un profundo letargo. Una avecilla perdida torna a su nido volando y arrullada se adormece junto al ciprés solitario. Jesús Angel Bordonaba.