QUIEN PUDIERA…

Quien pudiera, prendido en la alborada, evocar del pasado aquél estío, retomar tu recuerdo, hacerlo mío, percibir mi reflejo en tu mirada. Quien pudiera sentirte enamorada y adentrarse en las aguas de tu río, arropar mi calor junto a tu frío, y gritar nuestro amor sin decir nada. Quien pudiera, por siempre, quien pudiera de la miel de tus labios estar preso. Ya quisiera, amor mío, ya quisiera mi velero atracar junto a tu orilla, adueñarme de aquél tu último beso y posarlo de nuevo en tu mejilla. Jesús Angel Bordonaba