GEMÍA UN TRISTE ARPEGIO...

Gemía un triste arpegio en cuerdas de violines al son de una sonata de Schubert, y el salón, permanecía ajado en efluvio de jazmines y aromas de magnolias, prendidos de un jarrón. Rosana va ceñida en ricos alamares y finas pedrerías llegadas de ultramar, en hilos plateados de míticos collares y enaguas y jubones y flores de azahar. La distinguida indiana de rostro nacarado mirada ensoñadora...recuerdos de un ayer, deshoja margaritas con porte almidonado y sueña y mira al cielo con especial cuidado y brilla más si cabe su rostro enamorado leyendo apasionada los versos de Gautier. Jesús Angel Bordonaba.