LA PRINCESITA LUCINDA

Soñaba Lucinda, la bella princesa de un reino lejano, remoto lugar, con grandes montañas de nata y frambuesa y ricos tesoros debajo del mar. La joven princesa de rizos dorados de dulce mirada y sonrisa de miel, surcaba los cielos en cisnes alados y mágicos prados en brioso corcel. Las notas de un piano pausadas tañían, de lejos se oía a una niña cantar, y en claves sonoras las notas traían perfumes de rosas y flor de azahar. Gozaba la niña de ricos bordados y finos manteles de seda y de tul, de un regio palacio con lagos dorados y frescos jazmines teñidos de azul. El hada Morgana cantaba y reía, reía y cantaba y velaba por ella y cuando Lucinda en la noche dormía ungía su cuerpo con polvo de estrella. Dormía y soñaba. Soñaba la niña con nívea espuma a la orilla del mar, con grandes helados de fresa y de piña… ..Un beso, Lucinda...