LA LUZ DE UNA LUNA MALVA
La noche estaba tranquila.
La luz de una luna malva
aderezaba destellos
en los reflejos del agua.
Los guiños de las estrellas
- cual espejuelos de plata-
destilaban mis recuerdos
al despuntar la alborada.
Yo, permanecía absorto
con la mirada clavada
al encanto y al embrujo
del cristal de tu ventana.
La noche estaba tranquila.
La luz de una luna malva
seducía los efluvios
y el hechizo de tu cara.
jesús angel bordonaba
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