MI PRIMER SONETO
Dormido entre las hojas de un viejo libro, ajado,
reposa macilento, rugoso y descuidado
un pétalo de rosa de tonos muy diversos
asido a la cadencia de una estrofa de versos
que yo compuse hace años -aún recuerdo aquél día-
marcado por el viento y la melancolía.
reposa macilento, rugoso y descuidado
un pétalo de rosa de tonos muy diversos
asido a la cadencia de una estrofa de versos
que yo compuse hace años -aún recuerdo aquél día-
marcado por el viento y la melancolía.
Era una tarde oscura, pesada, gris, plomiza.
Las nubes arreciaban y un tono gris ceniza
amenazaba lluvia. Yo, lapicero en mano
intentaba inspirarme, mas todo ocurrió en vano.
Los nervios me podían y yo alterado, inquieto,
no daba con los versos de mi primer soneto.
Las nubes arreciaban y un tono gris ceniza
amenazaba lluvia. Yo, lapicero en mano
intentaba inspirarme, mas todo ocurrió en vano.
Los nervios me podían y yo alterado, inquieto,
no daba con los versos de mi primer soneto.
Solo pensaba en ella. Solo ella era mi musa
en esa tarde aciaga grisácea y confusa.
Compuse mi soneto y un pétalo de rosa
posé sobre mis versos como quien oro posa.
He reencontrado el libro, he leído aquellos versos
teñidos por el pétalo de tonos tan diversos.
en esa tarde aciaga grisácea y confusa.
Compuse mi soneto y un pétalo de rosa
posé sobre mis versos como quien oro posa.
He reencontrado el libro, he leído aquellos versos
teñidos por el pétalo de tonos tan diversos.
Jesús Angel Bordonaba
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