EL ENLUTADO
Con marmóreo rostro, el enlutado
de semblante impávido y ausente,
camina. En el tétrico silente
de la noche, se escucha entrecortado
un lamento. ¿Penar de enamorado?
¿o es el viento, que bulle en el relente?,
¿o el plañir de un amor que vehemente
le brinda su penar del otro lado?
Una seca y sonora carcajada
como un eco vibró en la lejanía.
¿Eres tú quién me busca fiel amada?
¿Eres tú quién me implora amada mía?
Y, al pronto, un alma atormentada,
de una soga en el árbol se mecía.
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